23° La visión del futuro creciente, almas perdidas en la noche oscura

Amy entró algo cansada a su habitación, dejó sus pantuflas de conejito cerca de la puerta cerrándola tras de sí, se quitó su ropa sucia y se puso la pijama, dejó caerse en la cama recostada como una bebé y comenzó a soñar

"No habían pasado ni tres minutos y ya estaba en medio de una ciudad en llamas, llantas y varias extremidades rondaban por doquier, pasé frente a una cabeza atada a una lanza, varias personas de cuerpo verde se acercaban a mí, corrí todo lo que pude.
imagínate estar en un lugar lleno de personas zombificadas, sin poder hacer nada con una pierna mala, sin apoyo y sin munición. Me veía obligada a esconderme en algún sitio, no había ninguno. Un callejón del tamaño de mi puño casi diez mil veces, salió a la luz y me metí en él. Sólo sollozaba del miedo y tenía las púas hechas hielo, el escalofrío en mi espalda me hizo gemir un poco.
Miré hacia el norte, en una gran roca donde se posaba una leve sombra, una persona de dos piernas estaba parada en sí, subió su mano por su nuca hacia el cielo susurrando unas palabras mientras yo aún escondida por el miedo le miraba."

_____: Tantos años trabajando, tantos perdidos... ¡Se han de recobrar ahora!

[ DIBUJO ORIGINAL: -Link-]

Su mirada se fijó hacia arriba donde las nubes formaban un tornado de colores oscuros, rayos y centenales de luces se producían alrededor de él, sujetando después una bola de al parecer energía, dio un grito ahogado para después bajar de la roca.

Creo que en ese entonces, sólo pensé en mí, porque después de lo dicho salí espantada por los rayos hacia una dirección que ni yo conocía, me detuve después cerca de un edificio donde vi personas en el suelo. Más tarde observé que aparentemente no había más personas en la ciudad, pues se veía sola y hacía frío, parecía de noche.

De nuevo, la sensación de hace rato me invadió al ver a un tipo con una capucha negra, me sentía observada y mareada. Tenía que hacer algo, así que me adentré en el mismo callejón de hace rato con cautela, el ser comenzó a platicar el otro tipo de la roca y los dos miraron a mí dirección, comenzaron a caminar hacia mi dirección y, por el miedo, me decidí a correr con mi ceño fruncido un poco. Llegando a una parte de la 'ciudad' en llamas noté a los demás en el suelo, de seguro era una pesadilla... Por eso soñaba todo eso!!, miré a mi alrededor.
árboles, plantas y centenales de flores marchitas por doquier, el cielo estaba lleno de nubes cuyo color era como si del mismísimo infierno negro se tratase, observé mi comunicador y traté de localizar a alguien, pero me era imposible, decía que no había recepción y que tenía que moverme, intenté de todo y nada, tal vez era por las nubes.
Los seres que me perseguían se perdieron en la poca neblina que andaba alrededor, la sensación y la adrenalina se metían por mi cabeza y salían por los poros de mi cara y cuerpo, me sentía mareada y pesada como si estuviera enferma, mi color de piel se tornó más blanco, dejandome en el suelo sin fuerzas, me sentía ahogada.

Miré hacia el cielo en tono de ayuda, pero nadie me rescataba, miré de nuevo hacia la llanura de enfrente por donde estaba y dos ojos amarillentos salieron a la luz, se veía solo una sombra con ojos, era escalofriante ! tal vez me hubiera ayudad si con mis pocas fuerzas le hubiera gritado, pero no. Esos ojos sólo se me quedaban viendo como si de un grotesco insecto fuese, mis fuerzas eran pocas y todavía estaba con mi garganta cerrada, mis labios no se separaban, sentía que estaba en el abismo de la desesperación, cayendo por el precipicio de la injusticia ¿qué más faltaba?, algo me sacó de mis pensamientos y observé los ojos que me miraban, ahora eran de color esmeralda y me miraban con pena, como si estuviesen preocupados, no sentí nada más, una punzada en mi espalda... sangre por mis manos, miré de nuevo y esos ojos se hicieron rojos, rojos como la sangre, rojos carmesí como el hermoso color de las rosas que tanto amo, me senté con las fuerzas que me quedaban y sentí como otra punzada en la espalda había detrás de mí, comencé a llorar. No había alternativa, grité como si no hubiese un mañana.

Fue de pronto cuando me dí cuenta que los seres que me perseguían estaban al lado de esa sombra, y esa sombra se tornó azul... De nuevo grité en tono de ayuda y ninguno de los tres me hacía caso, los seres le susurraron algunas cosas a esa sombra de hermosos ojos y yo sólo sentía la última punzada.

Bam, tres.

otra punzada más en mi espalda, grité fuerte y ahogado como si me estuviesen castigando, cerré mis ojos y me dejé caer al maldito y putrefacto suelo.

.....

Abrí de nuevo mis ojos, no había nada, estaba en una habitación blanca con lágrimas secas en mis mejillas y las punzadas habían desaparecido, la sangre también y mi vestuario estaba intacto, como si no hubiese pasado nada. Algo observé de otro color, unas lindas botas rojas parecidas a las mías estaban frente mío, las tomé y me las puse ya que me había levantado del suelo y limpiado la cara. Caminé directo a ninguna dirección y brevemente me lamí los labios esperando a que sucediera algo, paré en seco cuando oí unas voces reconocidas.
De nuevo, comencé a caminar un poco más lento, cada vez que hacía esto la habitación se iba tornando de colores madera y colores pastel, una mesa pequeña al estilo japonés apareció frente mío y dejó caer unas sillas que se posaron alrededor de esta, un mantel después cayó seguido de unas servilletas posándose arriba de esta. Sillones aparecieron después de color caqui y se acomodaron al unisono  al parecer estaban armando una estancia o una sala.
Más tarde, caminé hacia un pasillo que se construía solo, escuchando más fuerte aquellas voces."



★Continuará. . .★